Según datos de Continental, el neumático es responsable del 21% del consumo del vehículo. Si no tienen la presión adecuada, se gasta más combustible del necesario; en concreto, éste puede ascender hasta el 3%.
El buen mantenimiento del vehículo, no sólo incrementa la seguridad; también tiene un impacto positivo en la huella ecológica. Y entre todos los componentes del automóvil, el neumático juega un papel fundamental.
Según datos de Continental, el neumático es responsable del 21% del consumo del vehículo. Si no tienen la presión adecuada, se gasta más combustible del necesario; en concreto, puede ascender hasta un 3% más, con el consiguiente impacto medioambiental que eso conlleva.
Además, los neumáticos con poca presión pierden pequeños fragmentos de su estructura, por lo que esas piezas terminan en el medio natural y, finalmente, lo perjudican.
La resistencia a la rodadura, que está íntimamente ligada al consumo de combustible, es precisamente uno de los parámetros que se mide en la etiqueta europea para neumáticos, obligatoria desde 2012.
En palabras de Jorge Cajal, director de Comunicación de Continental, “la diferencia entre la mejor categoría, A, y la peor, F, puede suponer hasta 300€ de ahorro en la vida de un neumático, o lo que es lo mismo, el ahorro del coste de un neumático completo”.
“En Continental, la seguridad del neumático es innegociable, por lo que el 75% de su gama de turismos tiene la máxima categoría en su comportamiento en frenada, sin perder su rendimiento en resistencia a la rodadura o, lo que es lo mismo, en consumo de carburante“, concluye Cajal.