Los tres investigados por adquirir y vender equipos de diagnosis falsificados en Castelldefels (Barcelona) se enfrentan a un año y medio de prisión cada uno por un delito contra la Propiedad Industrial.
Así lo ha anunciado la Comisión Antipiratería para el Automóvil (CAPA) en un comunicado en el que asegura que el Ministerio Fiscal ha propuesto la imposición de una pena de un año y medio de prisión a los responsables de los hechos así como la correspondiente indemnización por los daños y perjuicios causados.
Las sospechas de CAPA se confirmaron a principios del año 2013, momento en el que la patronal denunció las prácticas ilegales de estas personas y la Guardia Civil se incautó de cinco equipos de diagnosis pirateados. En su escrito de calificación provisional, el Ministerio Fiscal destaca que los acusados actuaron con “pleno conocimiento de la falsedad de los productos” y deja constancia, como elemento probatorio de interés, el informe del detective privado contratado por la patronal. El Juez Instructor ha dado traslado de las actuaciones a CAPA, que próximamente realizará el trámite de calificación provisional formulando la pertinente acusación.