Según un informe realizado por Rastreator.com, se sitúa por encima de otros parámetros como la potencia del motor o el tipo de combustible.
La adquisición de un vehículo es, junto con la de la vivienda, una de las decisiones más importantes en lo que a consumo propio se refiere. La comparativa entre diversas opciones es inevitable y la toma de la decisión final suele estar condicionada por multitud de variables como el tamaño, el presupuesto, el modelo o las prestaciones. Sin embargo, de todas ellas, el factor determinante para más de un 80 % de los españoles, es el precio.
En concreto, el 81, 2 % de los usuarios reconocen decidirse en función del precio antes de decidirse por comprar un modelo específico, según el ‘Estudio de Comparación Online hacia el Ahorro Inteligente’, realizado por Rastreator.com. Le siguen de lejos (con un 51,7 %) aquellos conductores que dan prioridad a la potencia del motor del vehículo y completan la terna los que compran en base al tipo de combustible utilizado (49,2 %).
Sin embargo, el informe destaca “cómo van consolidándose otros nuevos factores”, como las emisiones de gases y la eficiencia energética, que son tenidas en cuenta por el 28,8 % de los entrevistados y otorgan un componente ‘verde’ a la decisión de compra. Además, la conciencia ecológica está cada vez más presente en la forma de consumir de los españoles de manera que más de la mitad (un 57 %) se ha planteado la opción de adquirir un vehículo híbrido o eléctrico con el fin de ayudar a reducir las emisiones a la atmósfera.
No sin mi coche
El Estudio también contempla otros aspectos de la relación de los conductores con el vehículo privado, que lo define como “icono de la industrialización y símbolo de libertad y autonomía”. En este sentido soprende el gran número de personas que afirman “no poder vivir sin el coche”, un 51,7 % en total. Con una dependencia también alta se sitúan aquellos que reconocen depender del vehículo para sus desplazamientos diarios (48,5 %). No en vano, el coche es el medio de transporte preferido por los españoles (71,6 %) frente a otros como la moto la bicicleta. Asimismo, el 45 % indica que lo prefiere al transporte público.
A pesar de que los datos reflejan una abrumadora dependencia de este tipo de vehículo, surge con fuerza un nuevo usuario más racional, que se guía no tanto por la propiedad como por la funcionalidad y al que no le importa compartir coche incluso con desconocidos. “Parece que emerge un nuevo consumidor racional, menos apegado a la propiedad y a las ataduras que supone tener un coche y más orientado a hacer un uso común para compartir no solo itinerario sino también experiencias”, explica el informe. Así, el 73,3 % de los ciudadanos apoya las nuevas formas de transporte basadas en la economía colaborativa y el 58 % está dispuesto a compartir coche a diario para poder ahorrar y reducir gastos.