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OPERACIÓN AGOSTO

Detecta los 10 problemas más comunes de los neumáticos en verano

Por Tania Alvarez
Grupo Andrés advierte a los conductores de los diez anomalías que suelen presentar los neumáticos en época estival, "ya que durante horas van a ser el único punto contacto directo del coche con la carretera".

Durante el mes de agosto se prevén unos 46 millones de desplazamientos en las carreteras españolas. Una época en la que la seguridad vial cobra un mayor protagonismo en los medios de comunicación y también en el sector.  Grupo Andrés alerta  sobre la importancia de mantener en buen estado los neumáticos: “es ineludible insistir en esto, ya que durante horas las cubiertas van a ser el único punto contacto directo del coche con la carretera. Prestar especial atención a las ruedas del vehículo es una obligación siempre, pero más aún en momentos como la Operación 1º de Agosto que incluye los retornos de vacaciones de julio y las salidas de agosto”.

El distribuidor salmantino alerta de los diez problemas más comunes de las cubiertas en verano, ante un mayor uso del vehículo y la sobrecarga del mismo. Factores a los que hay que sumar las altas temperaturas y los largos recorridos que se realizan en estas fechas y que causan fatiga extra en los coches y, por tanto, los neumáticos.

1. Mayor desgaste

Los distintos componentes del neumático sufren mucho más por el uso en trayectos de largo recorrido y por las altas temperaturas que alcanza el asfalto, que llega hasta 10 grados por encima de la temperatura ambiente. En verano, esta situación proporciona un terreno abonado para los pinchazos que se producen con más frecuencia en los meses de calor.

2. Deformación

El desgaste es, en ocasiones, irregular debido a errores en la alineación, problemas de amortiguación o presión inadecuada. Por tanto, se observa deformación de las ruedas. Cuando el neumático adquiere forma ovalada y se desgasta más en la banda central es porque la presión es excesiva o la alineación de la dirección es demasiado abierta. Si el desgaste se produce en los bordes significa que la presión es muy baja, hay sobrecarga o una alineación va muy cerrada.

3. Pérdida de presión

La disminución de la presión puede deberse a la pérdida de los tapones de válvula, en cuyo caso además, puede haber entrado agua, la orina de los perros, etc. La cubierta va perdiendo su hermetismo y no puede mantener la presión correcta.

4. Mala amortiguación

Los amortiguadores se van degradando poco a poco y sin casi darnos cuenta repercuten en la duración del neumático, reduciéndola hasta en un 50%.

5. Aparcamiento inadecuado

Las maniobras de aparcamiento también son un riesgo para los neumáticos. Por un lado, los golpes con los bordillos son una auténtica tortura que daña mucho la goma y abren paso a los peligrosos reventones en pleno viaje. Por otro lado, girar las ruedas del coche parado, para ‘enfilarlo’ hacia el espacio elegido para estacionar, es una costumbre muy perjudicial porque el roce es mucho mayor que cuando están en movimiento, por eso conviene girar las ruedas al mismo tiempo que movemos despacio el coche para maniobrar.

6. Frenazos bruscos

En los atascos o en momentos en los que hay tráfico intenso en la carretera se cometen muchos errores de conducción que perjudican igualmente el estado de los neumáticos, como frenazos bruscos, cambios constantes de marcha, o incorrecto trazado de las curvas que puede provocar un esfuerzo extra de las cubiertas para sujetar el coche en el desplazamiento lateral.

7. Distancia de frenado y aquaplanning

La presión baja también conlleva un aumento en la distancia de frenado y si añadimos suelo mojado, aumentan los riesgos exponencialmente y es el momento de temer al aguaplaning, ante el que debemos estar prevenidos durante las sorpresivas tormentas de verano.

8. Menor adherencia al asfalto

Si la presión de las ruedas es demasiado elevada, disminuye la capacidad de adherencia al asfalto con el consiguiente peligro de hacer la conducción más dura e incómoda.

9. Arena

Un factor externo que desvirtúa la eficacia de los neumáticos es la arena (muy común en esta época), inevitable tanto en zonas rurales como en costeras. La arena se acumula en las bandas de rodadura e interfiere en la capacidad de agarre cuando se pasa al asfalto; en la propia carretera se acumula más cantidad de polvo y arena que van soltando los mismos vehículos. Conviene evitar movimientos bruscos para no derrapar.

10. Multas

Por último, no revisar el estado de las ruedas del coche puede tocar gravemente el bolsillo, ya que si la profundidad del dibujo es inferior a 1,6 milímetros, puede suponer una multa de 200 euros por cada neumático afectado; o si el deterioro es en los cuatro puede llevar a la inmovilización temporal del vehículo para evitar males mayores.

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