Aunque sólo llevan dos años a la venta, los neumáticos all season cada vez se abren un hueco mayor en el mercado europeo y parece que el cambio climático es la principal razón del aumento en la compra de este tipo de cubiertas que ya comercializan todos los principales fabricantes.
Las cifras hablan por sí solas. Durante este año se espera que la venta de neumáticos all season llegue a los cinco millones de unidades, un 2,5 por ciento del total del mercado europeo. Esto supone que este tipo de cubiertas crecen a un ritmo casi tres veces superior que los neumáticos convencionales.
Según Grupo Andrés, “la principal razón es la meteorología cada vez más extrema, con inviernos más largos, heladas más frecuentes, lluvias torrenciales más devastadoras y episodios de calor asfixiante más numerosos”. Este tipo de situaciones -explican desde el distribuidor de neumáticos- rebajan la seguridad de los neumáticos convencionales y hacen necesario un incremento de las prestaciones con las que sí cuentan las cubiertas de invierno. “Los neumáticos all season ofrecen los niveles de seguridad de los neumáticos de invierno en situaciones extremas y la eficacia de las cubiertas estándar el resto del año”, aseguran. 
Los neumáticos para todas las estaciones cuentan con las características técnicas de las cubiertas de invierno de modo que evitan el montaje de cadenas. También son aptos durante los meses de más calor, por lo que no es necesario cambiarlas cuando finaliza la temporada de invierno. Cubren, también, más kilómetros que los neumáticos convencionales, gracias a sus nueve milímetros de grosor de goma en la banda de rodadura, frente a los seis milímetros de las cubiertas estándar.
Mercado español
Los neumáticos all season son especialmente interesantes en el caso español debido a que el cambio climático es un hecho muy tangible en nuestro país. La climatología extrema ya afecta a casi cuarenta provincias en las que las temperaturas mínimas caen por debajo de siete grados centígrados desde primeros de noviembre hasta finales de marzo y el frío alarga las frenadas peligrosamente, además de causar deslizamientos incontrolados en todos los giros cuando se rueda con cubiertas estándar.
