El aceite lubricante destinado al funcionamiento de los motores de los vehículos se convierte, al final de su vida útil, en un residuo peligroso y de los más contaminantes. Así, SIGAUS, la empresa encargada de la gestión del aceite industrial usado, ha logrado recuperar 14 millones de litros en la Comunidad de Madrid recogidos de casi 7.000 puntos distintos. Con esto, se han retornado un total de seis millones de litros al mercado y ahorrado 23.000 toneladas de CO2.
Durante el 2018, en la Comunidad de Madrid se recogieron 13.753 toneladas brutas (incluyendo el agua y sedimentos con los que el aceite usado suele presentarse), lo que equivale a 56 toneladas cada día, laborable, del año). Así, 6.868 establecimientos generaron aceites usados en 2018. El 82% de ellos fueron establecimientos que generaron pequeñas cantidades de aceite usado, sin embargo, el 65% de puntos generadores fueron talleres de reparación de vehículos. Junto a ellos, se recogieron residuos en más de 700 industrias y más de 1.720 instalaciones como la construcción a agricultura, hostelería u otros servicios.
Llegar a cada rincón del territorio
El aceite usado se recogió en un total de 138 municipios madrileños. Entre ellos, 49 municipios estaban ubicados en una zona rural. La atomizada generación de aceite usado fue tal que se hizo necesaria la recogida de 193 toneladas de este residuo peligroso en 159 establecimientos situados en zonas desfavorecidas de montaña, cuya altitud y/o pendiente conlleva importantes limitaciones a la actividad agraria y, con ella, al mantenimiento de estas poblaciones.
En la Comunidad de Madrid existen numerosos espacios naturales protegidos, en los que se ubican 98 establecimientos que el pasado año generaron 223 toneladas de aceites usados. Un ejemplo de ello es el Parque Regional Cuenca Alta del Manzanares, en el que se recogieron 112 toneladas de este residuo peligroso gracias a la recogida en 53 establecimientos generadores de aceites usados.
