Los neumáticos desgastados y con una presión diferente a la indicada
por el fabricante aumentan la peligrosidad en la conducción, sobre todo con la
llegada de las primeras lluvias. La grasa y la suciedad del asfalto en contacto
con el agua, hacen que la dirección del vehículo pierda hasta un 75% de
eficacia y que la distancia de frenado se multiplique hasta en un 40%. El
distribuidor de neumáticos Grupo Andrés nos recuerda las claves para dar una
mayor seguridad al volante:
La adherencia al asfalto se reduce durante las tormentas por
lo que es necesario disminuir la velocidad de manera progresiva.
Ponga siempre las luces del coche y accione los
limpiaparabrisas al máximo. Si la lluvia es tan intensa que no le permite
continuar con la marcha debe detenerse en el arcén, nunca en mitad de la vía.
Conduzca por el centro de su carril intentando evitar los
laterales. El eje central de las vías ofrece el máximo nivel de adherencia.
Si su coche entra en un gran charco no debe levantar el pie
del acelerador. Mantener el motor en funcionamiento evitará que el agua no
entre por el tubo de escape.
Y, por supuesto, utilizar un neumático con buena profundidad
de dibujo y presión correcta. Los neumáticos desgastados son especialmente
peligrosos cundo se rueda sobre asfalto mojado.
