La entidad presentó sus resultados de 2015 en los que destacó la recogida de más de 120.000 toneladas de aceites usados y la regeneración del 80 por ciento del total.
SIGAUS (Sistema de Gestión de Aceites Usados) ha hecho balance de su actividad durante el pasado año en un desayuno con los principales medios de comunicación de los sectores de la automoción y del medio ambiente. Su director general, Eduardo de Lecea, ha explicado la situación actual de SIGAUS a través de una detallada presentación que contenía aspectos tan relevantes como el número total de toneladas recogidas, la financiación de la entidad -que se ha visto lastrada por la depreciación del petróleo- o la nueva cuota de mercado que, a partir de ahora, le corresponderá a la organización sin ánimo de lucro.
En 2015, SIGAUS recogió 120.715 toneladas de aceite usado gracias a los más de 140 acuerdos que tiene suscritos con empresas gestoras y a las más de 166.000 salidas realizadas por ellas a los largo del pasado año. De esta cantidad, el Sistema Integrado de Gestión (SIG) mayoritario en España logró regenerar en bases lubricantes el 80 por ciento del total (92.398 t) en las siete plantas que tiene distribuidas por nuestro país. El 20 por ciento restante (26.882) se destinó a la valorización energética para la fabricación energética de combustible de uso industrial. SIGAUS realiza esta recogida en 4.850 municipios de la geografía española de manera gratuita y sin importar dónde se encuentre el residuo. Por esta razón, variables como la producción, el número de habitantes o la distancia que debe recorrer el camión cisterna para llegar hasta el municipio encarecen exponencialmente la labor de SIGAUS.
Sin embargo, últimamente este servicio “gratuito y universal” se ha visto amenazado como consecuencia del desplome del precio del petróleo. Para tratar de paliar esta situación en la medida de los posible, SIGAUS ha puesto en marcha un nuevo sistema de financiación basado en la zonificación de los municipios españoles que los distribuye en cuatro tramos que van de más a menos accesibles y de menor a mayor cantidad. De esta manera, la entidad quiere “compensar la evolución a la baja” del mercado con una bonificación media del 59 por ciento sobre el precio que pagaba al gestor por la recogida. “Así, cuanto más barato se venda el aceite usado, más financiará SIGAUS”, explican desde el SIG. Cuanto menor residuo se recoja y más lejos esté, mayor será la compensación.
SIGAUS soporta este mecanismo de compensación gracias a una inversión millonaria y a un gran esfuerzo económico fruto de la gestión de años anteriores en los que se ingresaba más de lo que se gastaba. Cabe destacar que, al ser una entidad sin ánimo de lucro no puede repartir dividendos y, por tanto, todo el excedente se invierte en el ejercicio siguiente para continuar con la recogida. Por ello, no contemplan una subida inmediata de la cuota -fijada en la actualidad en 0,06 céntimos por litro de aceite- pero “no la descartan”.
Por otro lado, Eduardo de Lecea también ha informado de “la existencia de nuevos flujos de aceites industriales que están cobrando cierta importancia” y que está previsto que salgan de las competencias de SIGAUS. Es el caso de los aparatos eléctricos y electrónicos que, en base a un nuevo Real Decreto, se traslada la responsabilidad de los aceites contenidos en ellos a los fabricantes de dichos aparatos. Además, parte del sector de la automoción también puede quedar fuera de la responsabilidad del SIG como consecuencia del Real Decreto de Vehículos Fuera de Uso, que dejaría la recogida de aceite de estos automóviles en manos de sus fabricantes con las consecuentes “lagunas de indefinición que esto genera”. Así, podría darse el caso de un vertedero de coches fuera de uso incontrolado y SIGAUS no tendría ninguna responsabilidad en los posibles accidentes o vertidos, dejando este tipo de basureros en una situación similar a la de Seseña.
Por último, la directora de operciones de SIGAUS, Belén Justo, mostró el sistema informático desde el que la entidad monitoriza toda la actividad de sus gestores de aceite y controla que no se cometan irregularidades con el residuo.
