“Muchas personas se preguntan, si con cada cambio de neumático que se sustituye se paga una cantidad para realizar su gestión medioambiental, ¿por qué existen depósitos históricos?” Así comienza una de las últimas entradas del blog de SIGNUS Ecovalor, que explica la relación existente entre los Sistemas Integrados de Gestión (SIG) y este tipo de cementerios.
“Hasta finales del año 2006, no existía la obligación de pagar la gestión medioambiental de los neumáticos -conocida comúnmente como ecovalor-, por parte del usuario y, por lo tanto, no se recogían. Existía un problema para desechar los neumáticos utilizados“, explican desde SIGNUS. Esto provocó durante años la proliferación de vertederos de ruedas por diferentes puntos del país que han permanecido hasta hoy.
Aunque las Comunidades Autónomas (que tienen transferidas las competencias en medioambiente) han limpiado casi todos los depósitos de neumáticos, aún quedan algunos, “bien porque están en proceso de licitación pública, bien porque no han sido detectados por las autoridades”. El ejemplo más claro de este hecho es el cementerio de Seseña y Valdemoro, incendiado el pasado 13 de mayo.
Sin embargo, a partir de la puesta en marcha del Real Decreto 1619/2005 y, por ende, de SIGNUS, la recogida de NFU’s se hizo obligatoria, responsabilizando al fabricante o importador de su correcta gestión, e imputando sus costes al usuario. Desde ese momento, SIGNUS ha recogido más de 250 millones de neumáticos. Toda la gestión realizada por este SIG ha sido trazabilizada y con carácter anual se reporta tanto al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA) como a cada una de las 19 comunidades y ciudades autónomas.
“Esperamos que todos tengamos en cuenta, aún con mayor fuerza si cabe, que reciclar nuestros desechos cuesta dinero, pero que merece la pena para conseguir construir un planeta más sostenible y evitar desastres como el acaecido recientemente”, finaliza el post de SIGNUS.
