Durante esta época, proliferan los incidentes causados por el calor, las bajas presiones en los neumáticos y las cubiertas de segunda mano.
Casi un 75 por ciento de los conductores que viajen durante el próximo mes de agosto lo harán con un inflado deficiente de los neumáticos. Así lo asegura el distribuidor de neumáticos Grupo Andrés, cuyos responsables aseguran que las cubiertas con presiones bajas y las altas temperaturas comprometen las seguridad de tres cuartas partes de la población española.
El riesgo de reventón se triplica en los automóviles con una presión de 0,5 atmósferas por debajo de lo indicado por el fabricante del vehículo. Los rozamientos internos generados por esos neumáticos con menos aire del necesario disparan los niveles de presión tras recorrer solo unos pocos kilómetros, multiplicando así los riesgos de reventón.
“El peligro de incidente es extremo para un 1 por ciento del total de los automovilistas, aquellos que no dedican la menor atención a las cubiertas de su coche y son capaces de viajar con 0,75 atmósferas menos de presión en alguno de los neumáticos, incluso cuando van a cubrir cientos de kilómetros”, ha advertido Eduardo Salazar, director general de la empresa salmantina.
Los reventones se producen generalmente tras realizar cientos de kilómetros sin parar como consecuencia de una temperatura elevada y un sobrepeso del coche. Por eso, en caso de rodar con el vehículo repleto de pasajeros y equipaje puede subirse la presión en una o dos décimas. “Ese pequeño exceso, que evita un sobrecalentamiento excesivo en condiciones extremas, desaparece en menos de 15 días”, aseguran desde Grupo Andrés. 
Por ello, es fundamental invertir un par de minutos antes de salir de viaje para comprobar la presión de los neumáticos en frío y reducir al mínimo el riesgo de reventón. Cualquier estación de servicio cuenta con medidor de presión de uso gratuito.
Además, desde Grupo Andrés, alertan de la proliferación de neumáticos de segunda mano que no están sujetos a ningún tipo de control de calidad y que contribuyen a que los incidentes veraniegos aumenten exponencialmente por lo que se desaconseja vehementemente su utilización.
