La relación de los clientes con el taller parece inversamente proporcional a la edad de sus vehículos, es decir, a mayor edad menos visitas.
Esta información -ofrecida por la empresa Audatex tras el análisis de 4,2 millones de reparaciones- asegura que cuando el automóvil llega a los diez años, las visitas al taller disminuyen hasta la mitad de lo habitual durante los primeros años de vida del vehículo. “La tan manida idea de que un coche cuando cumple años es carne de taller es justo lo contrario, y es que a medida que un vehículo sopla velas se distancia paulatinamente de los negocios de reparación”, explican.
De esta forma, los pasos por el taller se reducen a uno al año si el coche tiene más de una década y se espacian aún más cuando el vehículo alcanza los 15 años, que pasan a realizarse cada dos años. En el caso de los coches con menos de cinco años la media de visitas es de más de dos por año.
Otro factor importante para entender estos datos resulta de la omnipresente crisis económica. Durante los años pasados, las matriculaciones se redujeron a la mitad, aguantando lo máximo posible el paso de revisiones o comprando, en última instancia, un vehículo de ocasión que en más de la mitad de los casos ya superaba los diez años de edad.
“En la actualidad estamos viviendo la resaca del boom de las matriculaciones en los años de bonanza, cuando entre 2005 y 2007 se matriculaban 1,7-1,8 millones de coches anualmente. Y de repente vemos que todos ellos cumplen ya los diez años de edad”, ha reconocido José Luis Gata, responsable del mercado de posventa de Audatex. Gata explica que, llegado ese momento, los usuarios dejan de arreglar bollos o pequeños arañazos en detrimento de los talleres. Esto se une al número de vehículos de ocasión del parqueautomovilístico español. “La cantidad de coches que dejan de hacer todas estas reparaciones y mantenimientos es casi la misma que coches mileuristas hay circulando por las carreteras, más de 13 millones”, asegura Gata.