Según explican desde Grupo Andrés, estos agujeros en la carretera se han convertido en "una plaga", duplicando el riesgo de reventón de neumáticos en 22 millones de vehículos.
Las lluvías caídas durante las últimas semanas en todo el territorio nacional han tenido una gran acogida, gracias a sus beneficios para el campo y para los embalses, muchos de ellos al mínimo de su capacidad. Sin embargo, los aguaceros no ha tenido tan buena incidencia en la red viaria española que ha visto como han aparecido multitud de socavones en el asfalto. En total, se estima que se han incrementado en un 165 %.
Estos baches no son algo baladí para la seguridad vial. Según datos de Grupo Andrés, estos agujeros en la carretera se han convertido en “una plaga”, duplicando el riesgo de reventón de neumáticos en 22 millones de vehículos. Además, son un peligro para los usuarios y sus vehículos hasta el punto de ser los causantes del aumento de un 17 por ciento de los problemas en los neumáticos. Los talleres que trabajan con el distribuidor de neumáticos explican cómo han subido exponencialmente las reparaciones de pinchazos.
Aunque en un principio el conductor puede no ser consciente de lo que ha sucedido, lo cierto es que, en la mayoría de los casos, el reventón se debe a daños producidos en la estructura interna, fruto de golpes o colisiones violentas, “con un riesgo creciente a medida que se aumenta el ritmo de la marcha”.
“Bultos extraños en el flanco de los neumáticos y desgastes irregulares de la banda de rodadura son síntomas evidentes del colapso de su estructura interna que pueden extenderse hasta la llanta”, explican. Estos daños suelen estar producidos por el choque previo (días antes) contra cualquier bache imprevisto, de manera que, cuando llega el momento del reventón, el conductor no encuentra una relación entre ambos.
La alerta de los talleres ha puesto sobreaviso a los responsables de Grupo Andrés que han querido ofrecer unas pautas para evitar que “los baches traicioneros” acaben con nuestros neumáticos. Por ello recomiendan frenar al máximo al descubrir uno de estos socavones, revisar la cubierta que ha sufrido el incidente y desconfiar si se percibe traqueteo o pérdida de la alineación tras el impacto. Por otro lado, aconsejan contactar con el taller en caso de visualizar cualquier daño y, si el socavón es el causante de un accidente, se debe reclamar de forma oficial a la Administración responsable.
Si tras la inspección ocular se requiere el cambio del neumático afectado, debe sustituirse también el del mismo eje puesto que ésta “es la única solución posible para prevenir un reventón, que podría originar un accidente grave por pérdida de control del vehículo”, según ha concluido el Director General de Grupo Andrés, Eduardo Salazar.