Las chispas originadas de manera accidental por el roce de la cubierta y el asfalto habrían encendido "el sexto incendio forestal más destructivo de la historia de California".
En los últimos 15 días el incendio Carr ha protagonizado el desolador escenario que está viviendo el estado de California. 6 víctimas mortales, 52.000 hectáreas calcinadas, más de 1.000 viviendas destruidas son las consecuencias de este fuego que aún no está controlado y que, junto a otras llamas del país, ha llevado al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a declarar el estado de desastre en California. Trump ha ordenado el desvío inmediato de fondos federales de emergencia para combatir los incendios que están arrasando el norte del estado.
Aunque las causas del incendio Carr son una incógnita, las últimas informaciones apuntan a que el pinchazo de un neumático habría sido el detonante de las primeras chispas que provocaron el pasado 23 de julio “el sexto incendio más destructivo en la historia del estado”, tal y como ponen de manifiesto las investigaciones del Departamento de Bosques y Protección contra Incendios de California (Cal Fire). El fuego se extendió por la maleza seca a lo largo de una de las carreteras estatales, afectando a áreas residenciales y alrededores.
Más de 4.200 bomberos y 360 camiones tanque trabajan para extinguir el incendo Carr, que hasta el momento solo ha podido ser controlado en un 30 %. El área permanece bajo “una advertencia de bandera roja” emitida por el Servicio Meteorológico Nacional por vientos fuertes, baja humedad relativa y temperaturas que superan los 32 grados. Condiciones que dificultarán en los próximos días la extinción completa de las llamas.