Así califica la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) el proyecto de Ley que ayer anunciaba el Gobierno en líneas generales. Un rechazo que la Asociación fundamenta en el fuerte impacto negativo que tendrá en la demanda, fabricación y nuevos modelos de la industria española.
La Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) rechaza la prohibición de vender o matricular vehículos de combustión en 2040 por “excesivo”. Una línea de actuación que el Gobierno, tal y como anunció ayer, quiere poner en marcha mediante la futura Ley de Cambio Climático y Transición Energética.
Según lo anunciado por el Ejecutivo, a partir del año 2040 no se permitirá la matriculación y venta en España de turismos y vehículos comerciales ligeros con emisiones directas de dióxido de carbono. “Esto supone la prohibición directa de comercialización de vehículos diésel, gasolina, GNC y GLP e híbridos en todas sus tipologías. En la práctica, esto significa ir en contra del principio de neutralidad tecnológica defendido al máximo por la Unión Europea“, explican desde Anfac.
Una medida que la Asociación dice que tendrá un fuerte impacto negativo en la demanda, fabricación y futura adjudicación de nuevos modelos a la industria española: “recientes estudios han cuantificado que para cumplir con una cuota de mercado del 25 % de vehículos eléctricos , el empleo se podría reducir en un 11 % y para alcanzar una couta de mercado de estos vehículos del 40 %, el impacto sobre el empleo sería del 18 %”. Un porcetaje que según Anfac no incluye el impacto sobre el empleo indirecto.
La futura ley es, en palabras de Anfac, “excesiva en sus objetivos y acelerada en sus plazos”. Por ello, abogan por ayudas complementarias al sector: “desde el mismo momento de aprobación de la Ley, ésta prohíbe cualquier subvención que favorezca el consumo de combustibles fósiles. Esto significa que solo se podrán subvencionar los vehículos eléctricos puros, con lo que desactiva los actuales planes de apoyo al vehículo alternativo y discrimina, desde ya, a una tecnología limpia y eficiente frente a otras, que deben servir de puente para alcanzar la movilidad cero y bajas emisiones“.
Bajo un respaldo claro de dicha movilidad, el vicepresidente de Anfac, Mario Armeno, pide al Gobierno un marco regulatorio específico: “Sin un plan de medidas de acompañamiento, que realmente apuesten por una transición industrial en las fábricas españolas y que impulsen la venta de estos vehículos de manera masiva, no es viable el cumplimiento de estos objetivos”.
Ante esta situación, Anfac ha convocado a su Comisión Estratégica para revisar la situación de la industria en España y avanzar en una dirección en la que la descarbonización del parque automovilístico y la llegada de la movilidad cero y bajas emisiones sea “ordenada, justa y rentable, desde el punto de vista social y económico”.