Hay 20 talleres implicados, 42 acusados y 300 conductores engañados en una estafa que suma los 830.000 euros, y que se cometió hace una década. Muchos de los inculpados han llegado a un acuerdo con la Fiscalía para evitar ir al juicio que se celebra esta semana.
La Fiscalía pide cuatro décadas de prisión para el cabecilla de un macrofraude en el que se trucaron los cuentakilómetros de vehículos para su posterior venta en concesionarios. Son veinte los talleres gallegos implicados en esta trama que se destapó hace una década y que llega estos días a la Audiencia Provincial de La Coruña. Una información que ha hecho pública el diario regional El Faro de Vigo.
La estafa suma los 830.000 euros y se remonta a los años 2006, 2007 y 2008. Según se puede leer en el escrito del Ministerio Fiscal, el cabecilla de la trama “prestó repetidamente a toda una serie de talleres y concesionarios dedicados a la venta de vehículos usados servicios técnicos que incluían la alteración de la indicación de los kilómetros recorridos en los salpicaderos digitales de los vehículos”. De hecho, fue esta cuestión concreta lo que le hizo “popular y demandado” en el sector.
El líder de este fraude, que afecta a 300 conductores, tenía dos empresas y realizaba estas prácticas ilegales en una nave ubicada en el polígono industrial de la localidad coruñesa de Milladoiro. Tal y como prosigue el escrito, “era consciente de que a través de la alteración indicada, coadyuvaba a que los responsables de los establecimientos de reventa de vehículos consiguieran la venta de los mismos sobre la base de una apariencia de kilómetros recorridos que no se correspondían con la realidad”. Sus empleados, se describe, actuaban como “subalternos” suyos.
Aunque hay 42 acusados, la mayoría no irán a juicio, tras llegar a un acuerdo de conformidad y pagar las correspondientes indemnizaciones a los conductores perjudicados.
La estafa se mantuvo en el tiempo, hasta que se descubrió en 2008 dentro de una trama mucho mayor investigada por la Guardia Civil de A Coruña. En septiembre de ese año se realizó la entrada y registro en los negocios del cabecilla del entramado. La documentación hallada delató a los talleres a los que habían efectuado estas manipulaciones. Y en los años siguientes, hasta 2010, se hicieron registros en esos concesionarios. La complejidad del procedimiento dilató la instrucción judicial.
Junto al establecimiento del principal sospechoso, hay una veintena de talleres implicados ubicados en la provincia de A Coruña, pero también de la de Pontevedra y Lugo. Se cita asimismo otro negocio de fuera de Galicia, con establecimientos en Astorga y La Bañeza (León). Al menos 13 de estos 20 han llegado a pacto con la Fiscalía para evitar el juicio.
