Estas son algunas de las conclusiones que arroja un estudio realizado por Nokian Tyres durante los últimos dos meses en Europa. El fabricante de neumáticos vaticina qué tipo de cubiertas satisfacerán las expectativas de los europeos en los próximos cinco años.
“Más inteligentes, más seguros, y más resistentes a las inclemencias del tiempo y la carretera”. Así es como quieren que sean los neumáticos del futuro los conductores europeos, según un informe realizado por Nokian Tyres durante los meses de diciembre de 2018 y enero de 2019.
Tras preguntar a más de cuatro mil personas sobre sus preferencias a la hora de ‘rodar’ por las carreteras del mundo, el fabricante de neumáticos lo tiene claro: “El ‘Internet de las cosas’ se está implantando muy rápidamente en la mayoría de los productos de consumo. Un neumático inteligente también podría controlar y monitorizar tanto a sí mismo como su entorno inmediato más deprisa y de modos más polivalentes de lo que podría hacerlo el propio conductor del vehículo”.
Según el informe, un 34% de los conductores europeos esperan que en un futuro las partes negras y redondas de sus vehículos reaccionen automáticamente con relación a las condiciones climatológicas. “Cada vez se incorporan más tecnologías ‘inteligentes’ a los vehículos de turismo. La inteligencia artificial puede reaccionar de modo más rápido que las personas, y estas tecnologías también están siendo incorporadas a los neumáticos. Los consumidores están particularmente interesados en neumáticos que se adapten a las distintas condiciones climatológicas mediante el uso de las tecnologías de sensores”, explican desde la companñía finlandesa.
“Los sensores del neumático podrían medir la profundidad de los surcos de la banda de rodadura y el desgaste de los mismos, y alertar al conductor de la necesidad de instalar unos neumáticos nuevos, o sugerirle que alterne los de atrás con los delante para equilibrar el desgaste de los mismos y optimizar de este modo su vida útil”, ha afirmado Teemu Soini, responsable de nuevas tecnologías de Nokian Tyres.
Un desarrollo tecnológico que, como Soini ha confirmado, ya ha comenzado a hacerse en la industria, aunque experimentará importantes cambios en los próximos cinco años: “La industria del neumático ya ha dado los primeros pasos encaminados hacia el desarrollo de neumáticos inteligentes, y ya se utilizan habitualmente sensores para medir la presión de hinchado de los neumáticos. No obstante, aún no se hallan disponibles neumáticos verdaderamente inteligentes. En la actualidad son muy pocas las aplicaciones inteligentes propias de la siguiente generación de neumáticos para los vehículos de turismo, pero seguramente se produzcan grandes cambios a lo largo de los próximos cinco años, y los neumáticos premium de gran calidad serán capaces de proporcionar más soluciones de asistencia a los conductores”.
Por su parte, la seguridad es otra de las grandes demandas de los conductores: casi uno de cada dos consumidores desean que los neumáticos sean más seguros de lo que ya son en la actualidad, según datos de la encuesta. En palabras de Nokian Tyres, “a día de hoy los neumáticos de gran calidad son extremadamente seguros. No obstante, siempre hay margen para realizar mejoras en la seguridad. La innovación y el desarrollo continuos y la realización incansable de series de baterías de pruebas son los factores clave de dichas innovaciones en materia de seguridad”.
Fuente: Informe realizado por Nokian Tyres
¿Cómo funcionarían estos neumáticos ‘inteligentes’?
Nokian Tyres detalla que “en la primera fase de la implantación de estas tecnologías inteligentes, los sensores instalados en los neumáticos medirían distintas variables y le transmitirían la información al conductor, o directamente a través de los sistemas de a bordo situados en el salpicadero del vehículo o de cualquiera de sus dispositivos móviles. No obstante, un neumático verdaderamente inteligente sería aquel que reaccionase directamente a las informaciones captadas por los sensores – sin necesidad de la intervención del conductor del vehículo”.
Estos neumáticos del futuro podrían adaptarse de forma automática a las distintas condiciones climatológicas y de la carretera. Por ejemplo, tal y como aclara Nokian, “mediante la modificación del dibujo de la banda de rodadura. Con lluvia, los surcos responsables del almacenamiento de agua podrían aumentar de tamaño y de este modo reducir el riesgo de aquaplaning”.
No obstante, para que este futuro se convierta en una realidad, aún queda un camino por recorrer: “antes debemos resolver un cierto número de cuestiones, tales como lograr que los sensores tengan una larga vida útil y sean seguros a pesar del estrés continuo al que se hallan sometidos, y cómo conseguir que las tecnologías inteligentes se conviertan en una parte natural del proceso productivo de neumáticos en serie a gran escala”, aclara la compañía.