Con la llegada del otoño de la misma forma que disminuyen las temperaturas y las horas de luz, aumentan las inclemencias meteorológicas, por lo que es fundamental aumentar también la prudencia.
La red de talleres Cofortauto Hankook Masters ha elaborado un decálogo de consejos para fomentar la conducción segura en otoño. Bajas temperaturas, menos horas de luz, aumento de las inclemencias meteorológicas… Ante este tipo de circunstancias es fundamental seguir estas recomendaciones, sin olvidar que, antes de emprender el viaje, es importante pasar por el taller.
1.- Adapta tu conducción en otoño
Lo primero que debemos tener en cuenta es que estamos en una estación más fría y, aparte de las medidas de seguridad que debemos adoptar durante todo el año (mantener la distancia de seguridad, respetar los límites de velocidad o usar el cinturón, entre otras muchas), es fundamental tener en cuenta que, por ejemplo, las noches se alargan, por lo que los riesgos de accidente aumentan.
2.- La importancia de ver y ser vistos
En esta época del año, las horas de luz comienzan a reducirse, especialmente con el cambio de hora del último domingo de octubre (en la madrugada del sábado 26 al domingo 27). La recomendación de Confortauto es básica: usa las luces de cruce incluso de día. Es muy importante ver y que nos vean. Son más efectivas para hacernos ver en carreteras sombrías o de montaña, por ejemplo. Además, encienden las luces traseras, muy útil para que nos vean los coches que nos siguen cuando circulamos con el sol de frente un poco deslumbrados.
3.- Máxima atención en la conducción nocturna
La conducción nocturna entraña peligros asociados a la pérdida de agudeza visual y la disminución del campo visual. Aunque de noche se estima que el tráfico disminuye un 60%, cuatro de cada diez accidentes mortales suceden a esas horas pues, en la oscuridad, no apreciamos ni velocidad ni movimiento. Es más, ésta puede ocultar peligros que sí son visibles con luz diurna (por ejemplo, los objetos oscuros no se ven sobre fondo oscuro). Todo ello implica más tiempo para identificar objetos e interpretar correctamente la señalización.
Así, conviene disminuir la velocidad hasta un 20% respecto a la velocidad permitida, pues al circular con luz de cruce la zona iluminada por los faros puede ser muy inferior a la distancia de parada. Pero es que, además, podemos sufrir la aparición prematura de monotonía, fatiga y cansancio, especialmente entre las 4:00 y las 6:00 de la mañana, cuando baja el nivel de alerta.
4.- Prepara tus desplazamientos
También es importante, cuando vayas a viajar, informarte de la posibilidad de que se produzcan condiciones meteorológicas adversas durante tu trayecto, ya que, si éstas no son favorables, es aconsejable, si es posible, retrasar la salida hasta que desaparezcan.
5.- Cuidado con las condiciones meteorológicas
Si, ya en carretera, las condiciones meteorológicas se vuelven muy adversas, es mejor parar en un área de descanso y esperar a que mejoren. No obstante, y en caso de continuar, si hay lluvia es mejor encender las luces de cruce para ser mejor vistos; y con niebla, hay que encender las luces de cruce y alumbrado antiniebla.
Asimismo, si está lloviendo, conviene comprobar, en marcha y de vez en cuando, la eficacia de los frenos, tocándolos suavemente para secar la humedad de las pastillas. Es totalmente desaconsejable frenar bruscamente para evitar el aquaplaning. Además, hay que tener presente que la distancia de frenado es mayor con lluvia, por lo que aumentar la distancia de seguridad con el vehículo delantero es fundamental.
6.- Atentos al viento
Modera la velocidad y ten cuidado al adelantar camiones que hacen de pantalla y pueden desestabilizar la direccionalidad del coche.
7.- Peligro con las hojas secas en la carretera
El otoño se caracteriza porque las hojas caen de los árboles. En principio esto no afecta a la conducción, a no ser que la cantidad de hojas en el suelo sea muy alta. Con el asfalto húmedo, las hojas resbalan mucho y cuando caen muchas hojas aumenta el riesgo de sufrir un accidente debido a que pueden provocar pérdidas de tracción en los vehículos.
8.- Alerta a las carreteras frías
Las temperaturas bajan según pasan las semanas. En las zonas de montaña o en algunas zonas de la meseta interior pueden caer las primeras heladas en octubre, por lo que hay que aumentar la precaución por las mañanas en carreteras secundarias, sobre todo en las curvas peraltadas donde se acumula la humedad en la parte interior de la curva, facilitando la formación de placas. Si tienes pensado viajar mucho durante los meses de frío piensa en montar neumáticos de invierno para ganar adherencia en carreteras frías y no verte bloqueado por unos copos de nieve.
9.- Los neumáticos, siempre con la presión correcta
Las temperaturas más bajas también afectarán a los neumáticos reduciendo la presión del interior. Si revisas la presión una vez al mes como mínimo, como es recomendable, lo tendrás controlado. Si eres de los que les cuesta encontrar el momento, deberás hacer un esfuerzo y revisar las presiones cuando bajen las temperaturas.
10.- Evita la fatiga
Si durante el viaje por carretera en otoño apareciesen esas condiciones meteorológicas desfavorables, ten en cuenta que conducir en esta situación aumenta la tensión nerviosa y la fatiga visual, provocando una disminución de la atención y aumentando el riesgo de accidente. Por ello, especialmente en trayectos largos, es importante detenerse cada dos horas o, siempre que se observe fatiga o somnolencia. Y para combatirlos: ejercicios respiratorios o andar para recuperar la capacidad necesaria para conducir.