Le Mans acoge la cuarta carrera del Campeonato del Mundo de Motociclismo. Para este Gran Premio dónde el icónico puente Dunlop será protagonista, la marca ha escogido los neumáticos más blandos de la gama con el objetivo de mejorar el agarre en las categorías de Moto2 y Moto3.
Tras la lluvia del pasado año y el bajo agarre provocado por el líquido elemento, los pilotos estarán esperando disputar la carrera en seco.
Para conseguir la mejor tracción, Dunlop se ha decantado por los neumáticos más blandos de la gama. En Moto2, para el neumático delantero estarán disponibles las mismas opciones que se utilizaron en Jerez: los compuestos ‘302’ blando y ‘345’ medio, mientras que para el neumático trasero, los pilotos podrán escoger entre la opción ‘3854’ más blanda y el ‘3757’ con mayor resistencia a altas temperaturas, que mantiene el agarre cuando las temperaturas exceden de los 35º C sobre el asfalto.
Para Moto3, Dunlop ha asignado el ‘M’ medio y el ‘H’ duro para el neumático delantero junto con el ‘S’ blando y el ‘M’ medio para el trasero. Le Mans es un circuito propenso a las condiciones climatológicas variadas y los neumáticos de lluvia estarán disponibles como de costumbre, si fuera necesario.
En Jerez, Esteve Rabat consiguió su primera “pole” en Moto2, su primera victoria de carrera y rompió el record de vuelta delante de 111.259 incondicionales. Rabat es uno de los seis pilotos que se han subido al podio en los tres anteriores Gran Premios. Ningún piloto de Moto2 ha terminado en el top tres en todas las carreras, mientras que Viñales y Salom han conseguido esa hazaña en Moto3.
