El Gran Premio de Gran Bretaña ha supuesto la puntilla a una temporada calamitosa para Pirelli en su tercer año en la Fórmula Uno. Cuatro reventones producidos durante el transcurso del Gran Premio a coches de cuatro escuderías diferentes (Lewis Hamilton – Mercedes, Felipe Massa – Ferrari, Jean-Eric Vergne – Toro Rosso y Sergio Pérez -McLaren) consiguieron que el paddock pusiera el grito en el cielo aduciendo falta de seguridad en los neumáticos de la marca italiana, que durante todo el año se ha caracterizado por la toma de decisiones desafortunadas.
Los problemas de Pirelli comenzaron incluso antes de que empezara el Campeonato de este año, cuando decidió diseñar unas especificaciones más agresivas, presionado por Ecclestone y la FIA, con el objetivo de aumentar el abanico de posibles estrategias de unos y otros y, así, generar más alternativas y más espectáculo. Esta decisión desembocó en numerosas críticas por parte de algunos equipos, como Red Bull y Mercedes, que veían como la nueva construcción de las carcasas de los neumáticos, con base de acero en lugar de keblar, flexionaba mucho más, generaba más calor y por tanto mayor degradación en sus monoplazas con alta carga aerodinámica. Sin embargo, otras escuderías como Ferrari o Lotus Renault conservaban bien sus gomas, por lo que tras una larga lista de tiras y aflojas finalmente decidió aplazar cualquier decisión.
Sin embargo, y ante algunas voces que ya aseguraban que se trataba de un problema que podía afectar a la seguridad de los pilotos, Pirelli cometió su primer gran error de la temporada. Realizó unos test privados con Mercedes antes del Gran Premio de Monaco para revisar una nueva construcción, que favorecieron claramente a la escudería alemana y que la FIA, el otro gran culpable de la situación, sancionó con una simple amonestación.
Sin embargo, la situación generada en Silvestone son palabras mayores, porque los reventones si afectan a la seguridad de monoplazas y pilotos. Por el momento nadie sabe nada. El perfil de la pista británica la convierte en un potro de tortura para los neumáticos del lado izquierdo de los coches, justo los que han reventado, debido a que la mayor parte de las curvas son giros a derecha de alta velocidad. Algunos equipos incluso sospecharon de la construcción de los pianos, recomendando a sus pilotos que no pasaran por encima.
Por su parte, Paul Hembery jefe de Pirelli Motorsport, ha afirmado que en el Gran Premio de Gran Bretaña, “obviamente ha habido algunos problemas con los neumáticos traseros izquierdos” que no se habían visto antes. “Nos estamos tomando la situación muy en serio y estamos investigando todas las cubiertas para determinar la causa lo antes posible, antes del próximo Gran Premio de Alemania”, afirman en un comunicado de la marca italiana. “Por el momento, no se puede decir mucho más hasta que hayamos investigado a fondo y analizado todos estos incidentes, que es nuestra principal prioridad. Sin embargo, podemos excluir como causa de los fallos de neumáticos que hemos visto hoy el nuevo proceso de unión, que introdujimos en esta carrera”, agrega.
Sin embargo, la cercanía del Gran Premio de Alemania, que se disputa el próximo fin de semana, dificulta enormemente la respuesta técnica de Pirelli, ya que los neumáticos para este gran premio están ya producidos.
