Tras conocer el contenido del borrador de Proyecto de Ley por la que se establecen determinadas medidas en materia de fiscalidad medioambiental y se adoptan otras medidas tributarias y financieras, la Federación Española de Empresarios Profesionales de Automoción (CONEPA) ha presentado alegaciones basadas fundamentalmente en su oposición al establecimiento de un impuesto sobre sobre gases fluorados cuyos contribuyentes serían los talleres. El tipo impositivo del citado impuesto, de naturaleza indirecta (cantidad fija) y que gravaría en fase única (sólo una vez, en este caso al taller), podría suponer, según estimaciones del Área de Medio Ambiente de CONEPA, aproximadamente cinco euros por kilo de gas HFC-134 a.
CONEPA ha basado sus alegaciones en estos tres argumentos:
1. Un profundo rechazo al nuevo impuesto por afectar a la economía del sector, formado en su gran mayoría por pymes y micropymes y ya en exceso controlado y sometido a múltiples normativas. Asimismo, desde CONEPA se considera que puede ser una nueva razón para el crecimiento de la economía sumergida.
2. No se encuentra en coherencia con lo publicado en la Ley 22/2011 de residuos y suelos contaminados en la que se promueve la responsabilidad ampliada del productor del producto.
3. La inexistencia de emisiones de gases fluorados debido a las nuevas tecnologías y el hecho de que la carga del aire acondicionado la realicen operarios cualificados (Real Decreto 795/2010 de Gases Fluorados), que necesitan un certificado oficial para poder realizar las operaciones. Por lo tanto unos de los objetivos del impuesto, que es la mejora ambiental, no se cumple y se convierte en una simple carga económica adicional.