Los 2,3 millones de furgonetas que ruedan por la geografía española multiplican su siniestralidad en las jornadas más frías del invierno por la escasa eficacia de sus cubiertas, según un estudio del Grupo Andrés.
El 33,8 por ciento de los 1.273 accidentes graves de furgonetas registrados en 2012 fueron alcances y otro 25 por ciento fueron salidas de carretera, muchos se hubieran evitado con neumáticos de invierno.
Las cubiertas de invierno para furgonetas tienen una enorme importancia, pues acortan la distancia de frenado hasta 5 metros cuando se rueda a 90 kilómetros por hora, hasta 11 metros cuando se rueda sobre nieve a 50 kilómetros por hora y hasta 8 metros cuando se avanza sobre hielo a solo 30 kilómetros por hora.
La falta de adherencia de las cubiertas de las furgonetas al asfalto se hace más patente en las primeras horas del día, cuando el frío es más extremo, recuerda Grupo Andrés, primer distribuidor exclusivo de neumáticos en la Península. Los accidentes de furgonetas se multiplican entre las 6 y las 8 de la mañana, cuando se dirigen a desempeñar su jornada laboral, y entre las 8 y las 11 de la mañana, cuando se encuentran ya en pleno trabajo. El 38 por ciento del total de los accidentes de circulación protagonizados por furgonetas tienen lugar entre las 6 y las 11 de la mañana.
Grupo Andrés recomienda el uso de neumáticos de invierno en todas aquellas furgonetas de menos de 3.500 kilos que realizan buena parte de su jornada laboral a temperaturas por debajo de 7 grados centígrados, situación frecuente para casi 1.800.000 vehículos de este tipo que se mueven por la Península entre mediados de noviembre y finales de febrero.
Los neumáticos invernales para furgonetas, como los General Tire Eurovan Winter, distribuidos en exclusiva por Grupo Andrés, utilizan compuestos de goma de gran contenido en sílice, que asegura su agarre al piso en condiciones climatológicas adversas, y canales de evacuación de hasta 9 milímetros de profundidad, frente a los 4 milímetros de las cubiertas convencionales para evitar el “aquaplaning” sobre agua, hielo o nieve.
