Según un estudio reciente publicado por ASETRA donde se establece una comparativa entre las facturaciones de los talleres de este año con el 2018, se da un claro ejemplo de impacto negativo, tanto en los talleres ubicados dentro de la zona de restricción circulatoria, como aquellos situados a 1,5 km del perímetro que supone Madrid Central.
A raíz de los resultados obtenidos, ASETRA establece dos conclusiones dependiendo del lugar en el que estén ubicados los talleres.
Talleres ubicados dentro de Madrid Central
Las operaciones realizadas entre enero y abril de este año en comparación con los mismos meses del 2018 ha supuesto una caída de un 40 % y un descenso de la facturación en un 33 %. Esto se debe a la pérdida de operaciones de mantenimiento preventivo y, por otra parte aunque en menor medida, las operaciones producidas por averías, que eran más caras.
La perspectiva futurista de estos talleres resulta poco viable, en especial si se tiene en cuenta la próxima restricción que no permitirá el acceso a la zona a aquellos vehículos sin etiqueta medioambiental de la DGT, dado que los talleres encuestados aseguran que más de la mitad de los vehículos que llegan a las instalaciones no disponen de dichas etiquetas.
Talleres ubicados a una distancia de hasta 1,5 km del perímetro de Madrid Central
Todas las empresas encuestadas de esta zona señalan que el desarrollo de Madrid Central ha influido de manera negativa en su actividad. Dentro de este porcentaje, el 83 % de los encuestados califica como “leve” el impacto, lo que supone un descenso de la facturación en un 4 %; mientras que el 17 por ciento de los entrevistados califican esta influencia negativa como “notable”, lo que supone una media de un 12 % de reducción en sus ventas.
Los talleres consideran que el desconocimiento sobre el perímetro real de Madrid Central y el miedo de los conductores a ser multados puede ser una causa para que no acudan a sus instalaciones. Además, con este hecho nace la preocupación por si la extensión de Madrid Central pudiera aumentar.