Esta semana hemos podido presenciar a través de redes sociales un sobrecogedor rescate en helicóptero a un escalador suicida en el monte Hood: la montaña más alta de Oregón (EEUU). Desde más de 3.400 metros de altitud un joven de 27 años quería acabar con su vida. Sin embargo, cambió de opinión en el último momento y decidió llamar a los servicios de emergencia ante su imposibilidad para poder bajar de la cima.
Media docena de socorristas acudieron a su rescate. La Guardia Civil del estado norteamericano envió al lugar un helicóptero Chinook que consiguió sacar a todos con vida, gracias a una maniobra poco común en este tipo de escenarios: el piloto realiza un aterrizaje parcial en una ladera del monte, apoyando solo las dos ruedas traseras en la montaña y manteniendo la parte delantera en el aire mientras la tripulación entra o sale por el portón trasero.
El riesgo de avalanchas en el monte y la inestabilidad de la nieve que lo cubría obligaron al piloto del helicóptero a realizar ese tipo de aterrizaje en el que además las hélices quedan más bajas de lo habitual. De ahí que en el vídeo que acompaña a la noticia se pueda ver cómo los socorristas reptan hasta que llegan a la altura del eje.