Que la unión hace la fuerza lo saben bien Bosch y Daimler. El proveedor de soluciones tecnológicas y el fabricante de automóviles han comenzado a trabajar juntos en el desarrollo de un sistema de vehículos sin conductor que vería la luz, previsiblemente, a principios de la próxima década.
La alianza entre ambas compañías tiene como fin hacer realidad un sistema de vehículos totalmente automatizados (SAE-Nivel 4) y sin conductor (SAE-Nivel 5) en las calles de la ciudad para el comienzo de los años 20 del siglo XXI. El proyecto, que se apoyará en la experiencia en vehículos de Daimler y en la experiencia en sistemas y hardware de Bosch tiene la intención de crear el software y los algoritmos necesarios para un sistema de conducción autónomo. “Las sinergias que surjan como resultado de todo ello serán canalizadas para que esta tecnología esté lista para entrar en fase de producción lo antes posible”, explican desde Robert Bosch.
La aparición de este tipo de vehículos acarreará varias consecuencias, entre las que Bosch y Daimler destacan la optimización de flujos de tráfico urbano, la mejora de la seguridad vial así como la aparición de una plataforma que sirva de base para el tráfico del futuro. Además, los componenetes de esta alianza apuestan también por otro tipo de movilidad, muy diferente de la que conocemos hoy en día. Esta manera de moverse por las ciudades pondría al uso del vehículo compartido como una ventaja clave para los usuarios con o sin permiso de circulación. En este sentido, la inversión del tiempo que en la actualidad invertimos en conducir se trasladaría a otras actividades.
Con todas estas claves en la mano, Bosch y Daimler trabajarán en la creación de un sistema de conducción listo para su producción en serie, de manera que los vehículos podrán conducir de forma totalmente autónoma en las ciudades. Dentro de un área urbana predeterminada, la gente podrá utilizar sus smartphones para reservar un coche compartido o un taxi urbano automatizado, que llegará hasta donde ellos se encuentren, listos para llevarlos a su destino. “La idea es que el vehículo llegue hasta el conductor y no al revés”, destacan desde las compañías alemanas de automoción.
