Hace unas semanas “Cuadernos de Neumáticos y Mecánica Rápida” publicaba una noticia sobre el informe que Eduardo Irastorza, profesor de marketing en EAE Business School, ha elaborado sobre el consumidor de 2030 y, por tanto, el cliente del taller durante los próximos diez años. “Estamos ante una transformación como no se ha conocido nunca”, comentaba.
Ahora el experto en marketing nos detalla algunas tendencias que podrían verse en el mercado de las cubiertas en los próximos diez años:
- La concienciación de cómo se percibe la ‘necesidad de convertir’ o reutilizar recursos: “En un tiempo inmediato el valor que muchas marcas del mundo del neumático han querido comunicar a sus clientes potenciales sobre la importancia de cuidar el medioambiente y reciclar se comoditizará. De esta forma lo que hoy es un valor añadido, mañana va a ser una exigencia por parte del consumidor”, explica el experto en marketing. Como consecuencia, Irastorza cree que surgirán nuevos modelos de sostenibilidad en el sector, entre los que destaca el protagonizado por los fabricantes de neumáticos quienes, según cree, comenzarán a estar más presentes desde la producción hasta el propio reciclaje de las cubiertas como actores individuales que se encargarán de todo el proceso. Así enviarán un mensaje personalizado sobre su labor directa en el reciclaje y la economía circular asociado a su marca.
- Desarrollo de neumáticos inteligentes: la producción de cubiertas cada vez más sofisticadas que marquen la diferencia y, por ende, irrumpan en un escenario en el que cada vez esté más clara una polarización entre marcas de lujo o Premium y las sustentadas por el argumento precio/precio.
- Evolución en el proceso de producción de China: Irastorza tiene claro que China como potencia económica se encuentra en una fase de transición entre una etapa en la que el país asiático fabrica productos de baja calidad a precios bajos y la siguiente fase, que el profesor bautiza como 2.0, en la que este país aprenderá el know-how de los países occidentales para desarrollar proyectos o productos competitivos.
Recordemos que Irastorza comenta que el consumidor de 2030 “lo querrá todo y lo querrá ya, y la velocidad a la que pueda acceder a la mercancía se convertirá, en muchas ocasiones, en un factor tan determinante como el precio”.
En el informe, bautizado como “El consumidor de 2030”, también se pone sobre la mesa que “este consumidor es mucho más exigente y sibarita, ya que demandará propuestas totalmente personalizadas por las que estará dispuesto a hacer un sacrificio especial”. Una radiografía del cliente que abrirá nuevas oportunidades: “El desarrollo del Big Data y del Smart Data permitirá la segmentación más allá incluso de lo individual y podrá concretarse en momentos del día, estados de ánimo, disposición y muchos más factores”.
