TNU divulga una novedad más sobre la reutilización de neumáticos fuera de uso bajo su campaña “¿Sabías que…? Sobre los neumáticos usados”.
Esta vez, las gomas pueden ser reutilizadas para producir filamentos para la impresión 3D, ofreciendo cualidades propias de un neumático: resistencia y flexibilidad. Con esto, por cada kilo de goma micronizada de neumáticos usados se ahorran 20kWh de energía y un 40 % de emisiones CO2.
Esto se debe al uso del caucho hasta convertirlo en un polvo micronizado que sirve para muchas aplicaciones tanto dentro de la industria de la construcción, como muebles de exterior, paneles para componentes de edificios exteriores, con fines acústicos y de amortiguación de sonido.
En primer lugar, cabe destacar el trabajo de la empresa Emerging Objects que ha desarrollado Rubber Pouff, un puf impreso en ocho partes que unidas entre sí han podido usarse como asiento bajo, taburete o un objeto decorativo.
También, la empresa italiana TreeD, ha producido filamentos para la impresión 3D a través de un material denominado Pneumatique, y la empresa suiza Tire Recycling Solutions (TRS) aplicando esta tecnología para producir neumáticos para coches teledirigidos o prototipos de vehículos.
Con todo esto, el resultado final es una fiel réplica a los neumáticos auténticos de cualquier coche gracias al acabado mate del filamento, su color negro grisáceo junto con tu textura ligeramente rugosa y antiadherente.
