La creciente demanda de los neumáticos para todas las estaciones unida a los bruscos cambios de tiempo propios de esta época del año, lleva a muchos conductores a preguntarse por las ventajas de este tipo de cubiertas y sus diferencias con los llamados neumáticos tradicionales. ¿Son iguales sus prestaciones?
Uno de los objetivos de la aparición de los neumáticos all season es el evitar el montaje de cadenas, una práctica cada vez menos utilizada entre los conductores españoles. Este tipo de cubiertas busca un equilibrio en sus prestaciones ante las diferentes condiciones climáticas pero, según la Asociación Madrileña de Distribuidores de Automóviles de Madrid (AMDA) estas prestaciones “son inferiores a las que ofrecen los neumáticos de verano con altas temperaturas (en seco y en mojado) y los de invierno cuando la calzada está fría y deslizante”.
Los responsables de la patronal reconocen que los neumáticos todo tiempo evitan el cambio de cubiertas en invierno y verano -apenas extendido en España a pesar de que en algunos países europeos es obligatorio- pero cuentan con un agarre inferior y necesitan más metros para detener el vehículos en caso de frenada de emergencia cuando la temperatura es superior a diez grados centígrados, ya sea con suelo seco o mojado. Por debajo de esa temperatura, AMDA recomienda el uso de neumáticos de invierno.
Además, los neumáticos all season no sólo reducen las prestaciones sino que también aumentan el consumo de combustible en relación a los neumáticos específicos de cada estación en condiciones de altas y bajas temperaturas. A esto se suma, según AMDA, un desgaste mayor de aproximadamente entre un 10 y un 15 por ciento más.
A pesar de estos argumentos, desde la Asociación recomiendan que, sea cual sea la elección de neumáticos del conductor a la hora de equipar su vehículo, éstos vayan siempre en buenas condiciones, estén homologados y sean de calidad.